viernes, 30 de noviembre de 2012

Entrega 6



-¿Ya llegaste cabezón?, le espetó su madre al niño cuando éste entró a la sala, sin siquiera levantarse del sofá para darle un beso o hacerle una caricia. Tan sólo le ordenó se sentara junto a ella y de su boca torcida ya por los estragos etílicos empezó a soltar, como lo hacía siempre que se emborrachaba, sus comentarios en inglés, su complejo, su añoranza, su frustración, sus agresiones: eat dumbell!, try the saussages, I bought you ham, cheese….eat son of a bitch! (¡come idiota!, prueba las salchichas, te compré jamón, queso….¡come hijo de puta!). Y Jerónima aconsejaba al niño, en voz baja, sin que se diera cuenta Esperanza, y con temor y cariño a la vez: ¡ándale Toñito, cómete algo!, si no va a ser peor, ya sabes cómo se pone la señora, ¡ándale Toñito!, nomás para que vea que estás comiendo y se calme un rato….
Antonio remolía sin tragarse el bocado dentro de la boca y cada cierto tiempo del lado izquierdo o derecho de la misma aparecía una tremenda bola que impedía todo movimiento bucal, entonces Jerónima se aproximaba a él con una servilleta de papel y desalojaba la masa informe.
-¡Cabezón hijo de puta!, ¿qué no estás tragando, cabrón?, ¿qué crees que la comida me la regalan?, ¿qué no sabes cómo me tallo los lomos para que tragues, para que tengas atención médica, para que vayas a las mejores escuelas?... Y a todo pulmón, en un tono burlón y de furia que en verdad impactaba, aturdía, espantaba, Esperanza Videgaray proseguía con uno de sus monólogos predilectos: ¿qué no quieres tener pelones, no te gustan los pelones?, me decía el cabrón-epiléptico-hijo-de-puta-de-tu-padre-Antonio-Ruiloba….¿Y con qué los vamos a mantener, cabrón?, ¿con qué les vamos a dar de tragar, hijo de la chingada?, ¿qué crees que con que me metas un pedazo de carne ya se arregla todo?....¿Y las escuelas, y los doctores, y la tragazón, y si cagaron o no cagaron?....Bueno…..Creo que tú eres hijo de Armando Castañeda….¿O de Ruiloba, cabezón?

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